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¿Qué hago con mi basura? Parte IV

¿Qué hago con mi basura?

Parte IV – ¿Qué pasa con la basura cuando el camión de la basura se lo lleva?

Un dato que desconocía hasta hace un par de años es precisamente que pasa con la “basura” cuando el camión pasa a recogerla. En el caso de Alajuela, los residuos son llevados a un relleno sanitario en Miramar, Puntarenas, a más de 90 kilómetros de distancia. Ya es conocido el impacto ambiental que tiene el transporte, con la generación de gases tóxicos, pero hay un riesgo mayor asociado con el transporte de cierto tipo de materiales, incluido los residuos sólidos.

En nuestro país, en promedio del 50-60% de los residuos de las familias urbanas está compuesta por residuos orgánicos (cáscaras de fruta o verdura, restos de comida, filtros para café, bolsas de té, lácteos, carnes, pescado, etc) y este porcentaje puede ser aún mayor si consideramos el pasto, hojarasca, heces de animales, etc.

El residuo orgánico biodegradable es el más contaminante en los rellenos sanitarios, además de por su alto volumen, porque al seguir su proceso biológico de descomposición libera, por un lado, líquidos llamados lixiviados que se filtran por el suelo y llegan a contaminar las fuentes de agua y por otro, gases de efecto invernadero como dióxido de carbono y metano, así como gases contaminantes que van directamente a la atmósfera. Adicionalmente, atraen plagas como roedores y moscas portadores de enfermedades. Si bien es cierto, en los rellenos sanitarios llamados parques bioindustriales se toman ciertas medidas para disminuir el impacto de estos lixiviados y gases contaminantes, no se da un tratamiento adecuado para el aprovechamiento de los residuos orgánicos.

      

 

 

 

 

 

 

 

 

El reciclaje ha sido una de las principales respuestas respecto al tratamiento de la basura de una forma responsable, pero ¿es suficiente? Considerando que la mayor parte de residuos son orgánicos, yo diría que no. Por esa razón, es que debemos mover nuestra mirada a lo orgánico. Podemos reducir la cantidad de desperdicio de cualquier otro tipo reduciendo el consumo, pero ¿podemos dejar de consumir orgánico? De nuevo diría que no. La buena noticia es que los residuos orgánicos son fuente de vida y con el tratamiento adecuado, son un recurso más valioso que el oro. 

El proceso de descomposición como proceso natural enriquece la calidad del suelo y proporciona las condiciones adecuadas para que nueva vida pueda surgir. En cuanto un ser vivo muere, diferentes organismos desde hongos a bacterias inician un proceso de descomposición liberando nutrientes que pueden volver a ser aprovechados. Entre más rico un suelo, más nutrientes tienen las frutas y vegetales que crecen en él, más resistentes son las plantas a plagas y amenazas externas, eliminando la necesidad del uso de fertilizantes y plaguicidas químicos.  

El problema con los residuos es que su tratamiento sigue un modelo lineal de producción y consumo industrial: tomamos materias primas, las transformamos mediante procesos industriales, la consumimos parcialmente o por cierto tiempo y después las desechamos. 

Ahora pensando en los residuos orgánicos, la mayor cantidad de residuos producidos en casa y los que podemos nosotros tratar, debemos volver los ojos a los ciclos naturales donde nada se desperdicia, si no que se transforma en materia prima para iniciar el ciclo nuevamente. Eso probablemente hace que se pregunte, específicamente ¿Qué puedo hacer con mis residuos orgánicos?

 

Escrito por:

Melisa Banegas

Vecina de Villa Hermosa, Alajuela.

Relacionista Internacional, Master en Administración y entusiasta del tema de manejo de residuos, agricultura orgánica, y abejas nativas.

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